lunes, 8 de septiembre de 2008

Estadio Nacional alberga grandes historias: I Parte


El Estadio Nacional fue por 83 años el máximo coliseo del país. Pasajes memorables se desarrollaron en este escenario, del que hoy solo quedan restos. Las vivencias del pueblo costarricense alrededor de este espacio son tan variadas que nunca se borrarán, a pesar de que en los próximos años se construirá una moderna infraestructura.


Parte I
Parte II
Parte III


¿Cómo dice mijito? ¿Qué son este montón de piedras aquí en La Sabana? ¿No sabés lo qué eran? Estas piedras fueron el máximo coliseo del país, nuestra Tacita de Plata, el Estadio Nacional.

Aquí se practicaron decenas de deportes y se jugaron más de 3.500 partidos de fútbol; aquí entraron grandes políticos, músicos y religiosos, y salieron 12 hombres convertidos en Presidentes de la República.

¿Sabés lo que significó todo esto? No, no podés saberlo si solo tenés siete años. ¿Cómo vas a saber qué son las Olimpiadas Centroamericanas o quiénes fueron Moreno Cañas, Charles Lindbergh, Pelé, Juan Pablo II y Luciano Pavarotti?

Este, Carlitos, fue el Estadio Nacional, el primero y el más importante del país. Nació hace 83 años, cuando yo tenía tu edad, y los ticos lo vimos crecer en una esquina de esta sabana.

A este gran pastizal venía mi papá; aquí nos traía a mamá y a mis hermanos para verlo jugar, a verlo correr pateando un cuero como años atrás lo habían hecho aquí unos muchachos que estudiaron en Inglaterra y se trajeron el fútbol para Costa Rica.

Aquí veníamos a verlo jugar con La Libertad. Entonces, ponían dos marcos de madera, les colgaban una red y pintaban una raya en el piso para marcar la cancha. Detrás de esa línea se amontonaba la gente, de pie o con sillas, para ver los partidos.

Fue en la municipalidad josefina, allá por 1924, donde se les ocurrió que para fin de año, en vez de las borracheras y las corridas de toros, los festejos cívicos fueran el marco de los Juegos Olímpicos de Costa Rica.

Mandaron invitaciones a los atletas de varios países y nombraron un comité para organizar las olimpiadas y construir un estadio, porque no había dónde hacer carreras y partidos, ni mucho menos dónde sentar a todo el público que esperaban.

El presidente Ricardo Jiménez les ayudó. A través del Ministerio de Gobernación, formuló un proyecto para crear un edificio en La Sabana que se llamaría "Estadio Nacional".

El 9 de noviembre, la Liga Nacional de fútbol organizó un homenaje en La Sabana con un desfile y partido de fútbol al que asistieron unas 6.000 personas, incluidos el presidente Jiménez y los miembros del Comité Olímpico.

Etiquetas: ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio