El adiós: III Parte
Durante medio siglo, este reducto fue sede de grandes torneos de atletismo, cientos de récords se rompieron sobre la misma pista en la que más de una docena de ciclistas ganaron luego
La Tacita de Plata, como la bautizó el cronista mexicano Ángel Fernández, fue sede de campeonatos nacionales, centroamericanos, panamericanos y eliminatorias mundialistas de fútbol. Pero ningún partido como el del 16 de julio de 1989. Ese día no quedó nadie en la casa; nos vinimos para acá a ver jugar a
Con un golazo de Pastor Fernández, Costa Rica ganó 1-0 y consiguió su primer pasaje a un Mundial de fútbol. Fue increíble. Aquí llegaron, un año después, los "héroes" de Italia 90 para recibir un tributo a graderías llenas por su hazaña mundialista.
Si bien en las últimas décadas
Desde hace rato, los estudiados venían diciendo que el Nacional estaba viejito, que había cumplido su vida útil y que fue mal construido, porque los marcos no deberían estar mirando al sol. Decían que lo mejor era construir uno nuevo, pero nadie se animaba. El sueño se hizo realidad hace unos meses, cuando los gobernantes de China ofrecieron $60 millones para levantar en tiempo récord un estadio ultramoderno y los de aquí dijeron que sí.
Me alegró ver la belleza del nuevo estadio, pero me dolió más saber que el viejo será historia en menos de tres meses.
Hace 15 días se jugó aquí el último partido, pero no quise venir. Dicen que después del juego hasta se firmó un acta para hacer oficial el cierre, que una pala mecánica echó abajo el primer muro y que la gente se tiró a la cancha para llevarse un recuerdito.
De aquí salió la piedra que tu papá te regaló ese día. Tomá, ahora voy a regalarte yo una también, para que en unos años seás vos quien le cuente a tu nieto qué fueron estas piedras que encontraste en
Ejercicio efectuado con fines académicos para el curso Periodismo Electrónico, UCR.
Etiquetas: deportes, Estadio Nacional, fútbol
1 comentarios:
C/ Práctica A= 4%
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